La numeración egipcia, al igual que su escritura era jeroglífica. Se basaba en sencillos dibujos que representaban (en el caso de la numeración) las cantidades que querían representar.
Su forma de numeración era aditiva decimal, es decir, exisitía un pictograma que representaba cada múltiplo de 10 y se repetía tantas veces como estuviera contenido en el número.